espejo-maternidad-klimt-L-tkC2KITaller práctico, para vivencias la importancia de este primer vínculo y como afecta a todas las relaciones que, primero como niños y después como adultos, establecemos a lo largo de nuestra vida: con el padre, la familia, el coleto, los amigos, el  trabajo, la pareja, etc.

El vínculo con la madre es la sujeción, la conexión a la vida. La sensación de que este vínculo es permanente es lo que otorga seguridad y confianza al bebé. Así como aquello que pudiera vivirse como una amenaza hacia ese vínculo lo sería para la supervivencia. La vivencia de una interrupción vincular desestabiliza profundamente al bebé y lo impacta afectiva y psíquicamente, guardando este registro en su memorial corporal.

Con el tiempo, la memoria corporal guardada se activa, incluso en la edad adulta, donde vuelven a surgir de manera física e inesperada los sentimientos de aquella primera impronta.

Este taller aporta herramientas para restablecer este vínculo cuando está dañado, utilizando el orden sintético de Bert Hellinger y la experiencia del contacto corporal. Buscando restablecer un contacto fortalecedor que haga posible sentir y revivir el amor mutuo, transformar conductas y aprender a no almacenar y superar rápidamente situaciones de conflicto.

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