Cartel Mallorca

 

Las experiencias emocionales tempranas guardan memoria de su impronta en el “mapa” emocional y corporal del niño sin acceso a la elaboración cognitiva , al recuerdo o a la comprensión consciente en la posterior vida adulta. Poderosas respuestas emocionales “desproporcionadas” e “irracionales” en los adultos dejan constancia de experiencias tempranas “no registradas” en la memoria cognitiva, emocionalmente sin resolver, aisladas de la consciencia. Los procesos cognitivos son posteriores en tiempo al impacto y nos advierten que “allí donde la cognición no participó en el origen, no encuentra el acceso de entrada para resolver el problema”. Es menester que los propios adultos puedan recordar “viejos tiempos” y puedan percibir la comprensión del mundo emocional de los niños para comunicarse con ellos según ellos necesitan, acompañarlos durante el proceso de aprendizaje emocional garantizando en todo momento una base estable y segura del vínculo que los une, en pos de una educación fortalecedora de la confianza y el amor, Para que el futuro adulto pueda tener esa misma confianza en sí mismo y desarrolle sus mejores cualidades y aptitudes, sepa establecer vínculos afectivos apropiados y pueda disfrutar del bienestar emocional y de la felicidad.

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